lunes, 31 de marzo de 2014

Subida a la Peña Galicia...

Ayer estuvimos nuevamente de ruta a pesar de que la previsión del tiempo no era muy alentadora, pero al final no nos cayó ni una gota. En esta ocasión cogimos un FEVE hasta Valdepiélago, desde donde comenzaríamos la ascensión hacia Peña Galicia.


Comenzábamos el día con buenas espectativas...


Chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Desde luego, una preciosa estampa otoño-invernal en plena primavera.


Carbonero garrapinos (Parus ater)

Escribano montesino (Emberiza cia)



Llegó un momento en el que la nieve escondía el camino por completo y no sabíamos por dónde continuar, así que decidimos seguir subiendo monte a través en línea recta.


Buitre leonado (Gyps fulvus)

Una vez arriba pudimos ver la continuación del sendero, así que volvimos a bajar...


Ya por el buen camino la cosa pintaba mejor.









Desconocedores de la zona, buscábamos sin descanso la característica silueta de la Peña Galicia para confirmar que íbamos en la dirección correcta...



Y tras rodear una montaña la vimos... Peña Galicia.

Peña Galicia

Ahora comenzaba la parte complicada, un tramo comprendido por un denso bosque cuya maleza en muchos casos nos impedía avanzar y fuertes pendientes cubiertas de resbaladiza nieve que dificultaban aún más la ascensión.




Pinzón vulgar (Fringilla coelebs)








Cuando llegamos a los pies del gran farallón de roca comprendimos que éste era infranqueable y no podríamos subir por él y hacer cima, pero a pesar de ello nosotros nos sentimos orgullosos por haber alcanzado el punto más alto al que era posible llegar.


Y una vez hecho ésto, vuelta a bajar.



Restos del Castillo de Aviados

De vuelta en León ciudad no dudamos en meternos un buen chocolate caliente y una merienda que engordaba con sólo mirarla, jajaja. ¡Hoy nos lo habíamos ganado!


PERFIL DE LA RUTA:


viernes, 14 de marzo de 2014

Coronando el Peñacorada (1835m)

A primera hora de la mañana cogimos un tren FEVE dirección a Cistierna, desde donde comenzaría nuestra ascensión al Pico Peñacorada.
Pero antes de nada, un buen desayuno para cargar pilas.

Desayunando fuerte...

Comenzamos pues a caminar, observando algunos pajarillos mientras cruzábamos el pueblo, tales como las cigüeñas del campanario o los cantarines verdecillos.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Verdecillo común (Serinus serinus)


La primera parte de la subida transcurrió por una zona de pinar de repoblación.



Pinar de repoblación

Nos topamos con un arroyo, donde bebimos y rellenamos las botellas.

Bebiendo del arroyo

Abandonamos las frescas sombras de los pinos...


Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)


Cicindela tigre (Cicindela campestris)

Tras un largo rato esperándolo, al fin pisamos nieve.


Las chicas

Los chicos

Ahora nos tocaba superar uno de los tramos más agotadores de la ruta, la gran cuesta que se ve en la siguiente foto.







Superado este obstáculo continuamos camino del Peñacorada.


Con el Pico Corbero al fondo

Narciso de Asturias (Narcissus asturiensis)





Hacía tan bueno que hasta las lagartijas salieron a tomar el sol...


Lagartijas ibéricas (Podarcis hispanica)


Entre nieve y caballos...

Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)








Un enorme bando de chovas piquigualdas nos sorprendió poco antes de hacer cima...


Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)


También un buitre leonado nos pasó bastante cerca.

Buitre leonado (Gyps fulvus)


Cresteando, ya casi en la cima...



¡Y por fin hicimos cima! Aquí disfrutamos de unas vistas espectaculares, además de con la nieve, el sol y una compañía inmejorable.
¡Qué mejor sitio para comernos el bocadillo que éste!

En la cima


Comiendo los bocadillos



Pico Peñacorada (1835m)

Cuervo (Corvus corax)


Equilibrio perfecto...


Tras disfrutar de la cumbre, y sintiéndolo mucho, tocaba volver a bajar... Y con esto y un buen chocolate con churros pusimos punto y final a otra jornada memorable.




Ovejas con su cordero

La Luna

PERFIL DE LA RUTA:



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