domingo, 30 de noviembre de 2014

Las Cuatro Peñas de Liegos

Si una cima nos sabía a poco, en nuestra última salida nos propusimos coronar cuatro:
Las Cuatro Peñas de Liegos.


Salimos pronto de Liegos, bonito pueblo de la montaña de Riaño, para dirigirnos hacia el Hayedo de Tejedo, por el cual tendríamos que subir.

Hayedo de Tejedo

Hayedo de Tejedo



Tras alguna que otra trepada salimos del bosque y empezamos a disfrutar de las primeras vistas, con el pueblo de Liegos en primer plano.


Y de aquí hacia el collado, donde se encontraban las famosas peñas.
Se apreciaba perfectamente que la Peña de la Cruz tenía cierto porte, mientras que las otras tres eran notablemente más modestas...



Por el collado...

La primera que subimos fue la llamada Peña Prieta, de 1655 m.

En la cima de Peña Prieta

Vistas desde Peña Prieta

Buitre leonado (Gyps fulvus)

De Peña Prieta fuimos hasta la Peña de Tejedo (1633 m.), pasando por la falda de la Peña de la Cruz, donde tuvo lugar un gran despliegue de chovas piquigualdas.



Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)

En la cima de la Peña de Tejedo

Y ahora sí que sí, llegó el turno de la Peña de la Cruz (1829 m.), la más alta y exigente de las cuatro peñas, pero también la que más merece la pena.

Con el Yordas en frente, y el Espigüete asomando al fondo a la izquierda

Un zoom del Espigüete, el gigante de la Montaña Palentina

Los acentores alpinos no quisieron faltar a la cita...

Acentor alpino (Prunella collaris)

Y al fin alcanzamos la cima.

En la cima de la Peña de la Cruz

A continuación, unas fotos de las vistas tomadas desde aquí:



Vistas desde la Peña de la Cruz

Y por supuesto la cruz que le da nombre a la peña, que no está en la cumbre como sería lo lógico, sino en medio de una de las aristas.


Tras un rápido descenso fuimos hasta la Peña de la Vistuela (1646 m.), la última que nos quedaba, y de aquí de nuevo a Liegos bajando por el hayedo de nuevo.
¡Y así termina otro gran día, con buenos paisajes y mejor compañía!



PERFIL DE LA RUTA:



martes, 18 de noviembre de 2014

Cascada de Nocedo y Peña Valdorria (1926m)

El sábado volvimos a las andanzas, esta vez con la cima de Peña Valdorria en el punto de mira. Quisimos subir por la mañana, pero en plena subida nos empezó a caer una buena nevada, y decidimos que lo más sensato sería bajar e intentarlo de nuevo por la tarde.

Nevando en Valdorria

Para hacer tiempo nos acercamos a ver la Cascada de Nocedo, pues hemos hecho otras rutas cerca de esta localidad y aún no teníamos el placer de haberla visitado.


Hacia la cascada...

Y la verdad no podíamos haberla pillado en mejor momento, pues con las precipitaciones del último mes la cantidad de agua que caía era realmente brutal.
Os dejamos un pequeño vídeo para que os hagáis una vaga idea de ello...

Cascada de Nocedo


Cascada de Nocedo (vídeo)

Y ya que andábamos por allí le hechamos un vistazo al colindante Bosque de las Hadas (o de Valdecésar, como le conocen en la zona) aunque no llegamos a penetrar en él...

Bosque de las Hadas

Llegó la tarde, y aunque la niebla persistía sobre Peña Valdorria la nevada al fin había cesado, lo que supuso el pistoletazo de salida para comenzar la ascensión.





La niebla, la nieve y sobretodo el frío estaban más presentes a medida que ganábamos altura. Damos gracias que el viento a penas soplaba en esta cara de la montaña.


La poca fauna con la que nos topamos nos amenizó bastante la subida. Es el caso de un grupo de cuatro rebecos (como el de la siguente foto), un gorrión alpino (Montifringilla nivalis) y un pequeño bando de la amenazada perdiz pardilla (Perdix perdix).

Rebeco cantábrico (Rupicapra pyrenaica parva)

Si nos quedaba mucho o poco era un enigma, pues debido a la niebla no podíamos saberlo. Continuamos nuestro paso con la esperanza de llegar pronto...




Y antes de lo esperado nos topamos con la cruz de la cumbre. ¡Conseguido!
Una pena no poder disfrutar de las vistas, pues desde aquí deben de ser una pasada... ¡Habrá que volver otro día para comprobarlo!

En la cumbre de Peña Valdorria (1926 msnm)


PERFIL DE LA RUTA:



martes, 4 de noviembre de 2014

Gran jornada en Peña Ubiña (2417m)

El domingo subimos a Peña Ubiña, un pico al que teníamos muchísimas ganas pero que no sabíamos si haríamos algún día, pues hasta ahora no hemos tenido coche para movernos por la provincia. Empezamos la ruta en el singular pueblo de Torrebarrio.

El comienzo...

Lo primero era llegar al Collado del Ronzón (1942 m.), que separa Peña Ubiña de su hermana Peña Ubiña Pequeña (2197 m.), de donde ya subiríamos hacia la cumbre.




Peña Ubiña


Ubiña está situada justo en la frontera astur-leonesa, y no fue hasta una vez llegados al collado cuando gozamos de las vistas de la Montaña Asturiana.

En el Collado del Ronzón con la Montaña Asturiana detrás

Las chovas no defraudan por estos lares. Vimos ambas especies, tanto la piquigualda como la piquirroja, así como algún buitre leonado.

Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)

Chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Ahora es cuando empezaba lo duro, Peña Ubiña en sí. Mucha pendiente y mucha piedra era lo que nos esperaba a partir de ahora...
A medida que ascendíamos íbamos dejando atrás picos como Peña Cerreos y la ya mencionada Peña Ubiña Pequeña, así como la Tesa, la Mesa y el Almagrera.

Hacia Peña Ubiña...



Peña Ubiña Pequeña

Peña Cerreos


Incluso a media altura las vistas ya eran espectaculares. En la siguiente imagen se ve tanto la Montaña Asturiana en primer plano como la Montaña Palentina al fondo.


Cuando terminaron las trepadas y llegamos a la parte alta ya sólo quedaba crestear un poco. Las chovas nos indicaban que ya estábamos cerca...


Chovas piquigualdas y piquirrojas (P. graculus y P. pyrrhocorax)


Y por fin coronamos la cumbre. Llegamos agotados y a una temperatura de 2ºC, pero la verdad es que el sitio lo merecía todo.

En la cima de Peña Ubiña (2417 m.)

Los Castillines y el Siete

Aprovechamos que estábamos ahí para comer un poco, y un simpatiquísimo acentor alpino se nos acercó por si podía pillar algo o por si se lo dábamos...


Acentor alpino (Prunella collaris)

El tiempo empezó a cambiar rápidamente, y decidimos bajar de inmediato para que no nos pillase la niebla (por lo menos no arriba)...



Pero ocurrió lo inevitable. A media bajada nos envolvió la niebla, y vino acompañada primero con lluvia, luego granizo y finalmente nieve.




Cuando llegamos abajo el cielo volvió a despejar, como regalándonos un final perfecto para un día redondo. ¡Y así termina otra gran jornada montañera!



PERFIL DE LA RUTA:



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...