martes, 13 de mayo de 2014

Subiendo un dosmil: Pico Polvoreda (2011m)

Hace bastante tiempo que habíamos comentado la posibilidad de subir algún día al emblemático Pico Polvoreda (el dosmil más meridional de la Cordillera Cantábrica), y tras planearlo todo muy bien el domingo pasado por fin lo hicimos realidad.
Comenzamos la ascensión desde el pueblo de Villalfeide.

Con el Pico Polvoreda al fondo

Al principio estuvimos un poco desorientados, pues no encontrábamos el camino de subida tradicional, pero nos cruzamos con una pareja de montañeros de la zona que también se dirigían a la cima y que nos fueron indicando el camino.
¡Desde aquí les damos las gracias!





Ascensión durilla, de mucha pendiente, pero aliñada con los alegres colores de las flores alpinas, entre ellas orquídeas, pulsatillas y gencianas.

Pulsatilla (Pulsatilla rubra ssp. hispanica)

Genciana alpina o Gitanilla (Gentiana verna)

Incluso a media altura las vistas ya eran alucinantes...


Por el momento no tuvimos mucho bicherío. Tan solo alguna collalba gris...

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)



Se veían varios picos desde nuestra posición, como la espectacular Peña Ubiña o la ya conocida por nosotros Peña Galicia, que desde esta altura parecía incluso pequeña.
(Para volver a ver nuestra ruta a Peña Galicia pinchar AQUÍ)

Peña Ubiña

Peña Galicia

Último esfuerzo...


Y hecho: acabábamos de coronar nuestro primer dosmil como grupo.
¡Y que sea el primero de muchos!




No nos quedamos mucho tiempo por la cumbre porque habíamos quedado con un amigo para comer en Villalfeide, pero sí que nos dio para ver alguna de la fauna de montaña que se movía por ahí: roqueros rojos, bisbitas alpinos, lagartijas serranas...

Roquero rojo (Monticola saxatilis)

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

Lagartija serrana (Iberolacerta monticola)

Durante la bajada "machacarrodilas" paramos en algún nevero y disfrutamos de los vuelos de los grandiosos buitres leonados y de los veloces aviones roqueros. 


En un nevero...

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris)



Otro precioso macho de roquero rojo como el que vimos arriba fue el último de los habitantes de la montaña en despedirse de nosotros...

Roquero rojo (Monticola saxatilis)


Y llegamos abajo, dejando atrás la imponente cumbre que a medida que nos alejábamos iba siendo ocultada por el bosque de ribera. Ya en el pueblo comimos tranquilamente...

Pico Polvoreda

Nos vamos con la promesa de regresar algún día, pues el sitio merece la pena.
Para terminar os dejamos el perfil de la ruta.

PERFIL DE LA RUTA:


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